domingo, 9 de septiembre de 2007

Con la nariz tapada

Los primeros minutos en una ciudad a 2400 metros sobre el nivel del mar y unos cuantos millones de personas se hacen sentir en el inmenso aeropuerto del DF. Acaso será por la sugestión de saber el dato o por la altura misma. Será esa la razón de mi nariz tapada y mi tos. Somos dos los que esperamos las valijas y tosemos.

Lo que primero me llama la atención, a pesar del sueño provocado por 3 dias sin dormir, un vuelo de 10 horas y el jetlag, es que en la cola de migraciones un hombre le habla en un inglés horrible, a su hijo. Este vestía una remera que le llegaba a las rodillas (onda basquetball). Todo apuntaba a que eran mexicanos expatriados. Lo raro es que le hablaban en inglés a su hijito siendo que entre ellos lo hacían por momentos en español. Eso me chocó mucho.

Luego de ir a una casa de divisas, me destino a salir del aeropuerto.

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